"Soñar es la actividad estética más antigua." J.L. Borges

26/10/10

Epifania

Comenzamos a acostumbrarnos a nuevas formas de producción musical. Cuerpos que saltan y provocan un sonido. Melodías producidas por el movimiento y el gesto, unas veces en el escenario de un centro cultural, otras en la casa con los mandos de una wii en la mano. Son los efectos de una evolución tecnológica y una economía cultural que tiene mucho que ver con el desarrollo y la concepción de la música en el último siglo.

En efecto, el intercambio musical, la fusión y las nuevas tecnologías son uno de los objetos que con mayor precisión nos permiten considerar el tipo de retos económico-culturales a los que se enfrenta una sociedad global. No sólo para consensuar la ventaja o desventaja del mercado global y las manipulaciones o injusticias que las voluntades más adictas a la movilización de instrumentos, estilos y melodías pueden generar.

León Theremin, en ruso Lev Sergeyevich Termen, vivio entre 1896-1993, fue un ingeniero ruso cuyos experimentos e inventos, hicieron que su vida pasara entre la creatividad y el espionaje. –fresca la victoria de la revolución bolchevique y aún más reciente la guerra civil rusa– Theremin presentaba un instrumento musical, lo llamó el Etherphone, en referencia a su terrorífico sonido, pero muy pronto, todo el mundo comenzó a llamarlo el Theremin. En seguida llamó la antención: no tenía nada que ver con los instrumentos habituales. No se tocaba un objeto, simplemente los movimientos en el aire de las manos del intérprete interferían en un campo electromagnético. Las posiblidades de un nuevo sonido, una nueva relación gestual y la creación de una música universal para una nueva sociedad parecían inminentes. En 1920 ya perfeccionado y afinado, fue presentado en la Facultad de Mecánica y en numerosos lugares de la Unión Soviética, fue tanta la algarabía, que incluso Lenin solicitó su presencia. tambien tuvo encuentros con otros personajes tan ilustres como Eisnstein o el ingeniero Robert Moog.






Unos años mas tarde, viaja a Europa, tocando sus propias sinfonias. En diciembre de 1927, llegó a Nueva York y aprovechando su éxito estableció su laboratorio y un estudio de música, se convirtió en un personaje famoso, meses más tarde fue solicitado para tocar con la Filarmónica de Nueva York. logor sacar la patente en Estados Unidos y al poco tiempo la RCA comenzó la fabricación y venta del “ The RCA THEREMIN ”.


                                               


Las políticas stalinistas contra un arte occidentalizado pusieron en jaque a aquella innovación. Pero con la ayuda de Clara Rockmore, desarrolló lo que hoy se llama “performance art“. Luego, en 1938, fue secuestrado por la KGB y llevado de vuelta a Rusia en 1938. Durante más de veinte años no se supo de él; pero en 1964 parece ser que estaba en el Conservatorio de Moscú... aunque sería despedido tres años más tarde.


Cuando ya habia cumplido 95 años, Termen regresa EE.UU, donde se reunió con su amiga Clara Rockmore para protagonizar una última gira de conciertos. Regreso a Rusia donde dos años más tarde en su casa, en Moscú Murio.





Biografia aparte, la invención del Theremin alteraba las relaciones tradicionales entre partitura, ejecución, composición e interpretación. Incluso grandes pioneros de la música electrónica como el mexicano Carlos Chávez expresarán dudas sobre las posibilidades de aquel artefacto. La formación técnica de los intérpretes era larga y no había muchos; en consecuencia, no se componían piezas originales para él... cambiar esto hubiera requerido un esfuerzo económico, pedagogico, comercial y teórico que no se estaba en condiciones de realizar.

Pero que esto funcionara no dependía sólo de aquellos factores, las propias discusiones que en aquellos años enfrentaban a los físicos y a los músicos sobre la naturaleza del “sonido musical” y en qué consiste “hacer música” tendrán su efecto. En 1931 una de las preguntas que desde los laboratorios de música electrónica se están haciendo es “qué composiciones de tonos musicales son agradables y cuales son desagradables, y por qué". Para los músicos -en general, incluyendo la industria musical- todavía era fundamental mantener la necesidad de una formación especializada y un modelo de composición individual y cerrada para salvar la diferencia entre producción artística y análisis experimental. Curiosamente, Theremin presentaba en 1936 un nuevo instrumento, el terpsitono, que todavía parecía diluir más aquellas fronteras entre composición y ejecución, entre el papel pautado y el registro de ondas. El ejecutante bailaba sobre una plataforma y sus movimientos producían la música(performance art). Nunca este instrumento pasaría de una fase experimental. Su redescubrimiento -así cómo el del Theremin, tuvo que esperar a finales de los años ochenta, una época de esplendor de la música electrónica. La llegada de Internet y las publicaciones que surgieron a raíz de la muerte del inventor en 1993 hicieron que el tema se expandiera.


Para entonces la generación de jóvenes que en Rusia, se había formado escuchando el theremin había madurado y estaba en condiciones de reivindicar y reelaborar su experiencia. La industria de los medios, la del entretenimiento, la del pop-rock había abierto las puertas tanto al intercambio de esas experiencias como a la improvisación y experimentación en público. A nadie le parecía extraño que instrumentos como aquellos pudieran comercializarse antes de que se dispusiera de buenos intérpretes y buenos compositores que garantizaran la calidad, gusto y, por tanto, hacer negocio con el producto. Una generación acostumbrada a las versiones “beta” había encontrado en la lógica experimental las herramientas para convertir el espacio público en un escenario de la obra incabada y el proceso creativo.




Pamelia Kurstin un virtuosa del Theremin:

21/10/10

ciudad itinerante

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Las neovanguardias no solo se protagonizan en estados unidos, sino que Europa también tuvo lo suyo. En la década del 60, comenzó a gestarse entre arquitectos británicos, una nueva mirada a lo que podría ser una arquitectura del futuro. Esta nueva estética y forma de pensar el vivir en la ciudad tardomoderna se denominó Archigram y estipulaba una nueva concepción del "construir".

Sus ideas fueron de carácter utópico y ellos lo sabían… era una suposición de cómo serían las construcciones del futuro. Esta estética era apoyada y retroalimentada por el mundo del comic, en un contexto donde la movilidad espacial y la potencialidad tecnológica eran optimistas… casi atropelladoras. Creían en la flexibilidad del espacio, no concebían el por qué una ciudad debía asentarse en el mismo lugar a perpetuidad y hasta se llegó a pensar en las ciudades móviles, que se adaptan mediante tentáculos y tecnologías acordes a la necesidad geográfica. Su antecedente se puede ver en Buckminster Fuller con su teoría del Dimaxion que pretendía sacarle el máximo provecho a los materiales utilizados en obra.

La mayoría de los proyectos ideados de Archigram no se llevaron a cabo por su complejidad, tanto por su intrínseco carácter futurista como por el tope de existencia de materiales apropiados. Pero sí hubo un proyecto realizado que fue el de Kenzo Tange en la Expo 70 de Osaka.

Vivir en una ciudad itinerante quizás suene tentador, ridículo, útil, hasta gracioso… pero cada vez se le saca mayor provecho (bueno y malo) a la tecnología. Si bien todo comenzó como arquitectura experimental, no está de más imaginar ver el amanecer en Chile y el atardecer en Ecuador sin necesidad de movernos de nuestro hogar, puede que algún día sea realidad.


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